Cabeza de Gato se complace en
anunciar la lista de los autores que nos acompañarán en nuestra sexta aventura
editorial. Esta lista es el resultado de una de nuestras convocatorias más
concurridas y de un arduo proceso de lectura y deliberación. A los seleccionados,
felicitaciones y bienvenidos a nuestras páginas. A todos los que participaron
muchas gracias por compartir su obra con nosotros. Nuestra misión es servir de
ventana al quehacer literario no sólo de Cartagena, sino del país, lo cual se
refleja en la gran variedad de lugares desde los cuales nos enviaron textos.
Pronto anunciaremos los nombres de los autores que engalanarán nuestra sexta
edición con sus ilustraciones. Estén pendientes a través de redes sociales de
más noticias. O si quieren sólo pasar a saludar en Facebook o Twitter, sus
interacciones serán siempre atendidas y apreciadas. Un gran saludo y nos vemos pronto en el nuevo impreso.
viernes, 19 de abril de 2013
jueves, 11 de abril de 2013
PAGANDO DEUDAS EN EL ESTÉREO PICNIC
Por: Juan de Dios Sánchez Jurado
Uno puede ir al Estéreo Picnic
por muchas razones. Por la atractiva oferta de música en vivo, por la
experiencia de trasladarse a un inmenso jardín a “hacerse uno con el verde”, a
disfrutar un par de días al aire libre dedicados al carnaval de consumo
alrededor de la comida, la bebida, la moda, la tecnología y el merchandasing.
Uno puede ir a Estéreo Picnic a ver qué andan regalando en los stands de las
grandes marcas que suelen tener presencia en este tipo de convites o a fijarse
en las propuestas que presentan pequeños e innovadores negociantes, que se dan
su vitrinazo en este festival. Sin embargo, es la música el principal atractivo
y en el caso de la versión 2013, el principal atractivo, al menos para mí, lo constituían
The Killers y Café Tacvuba. Los Killers, como suele llamárseles por estas
tierras, la banda de Brandon Flowers, oriundos de Las Vegas Nevada, que
visitaban el país por segunda vez; los Tacubos, estandartes del rock
latinoamericano y responsables de grandes dosis de música interpretada en vivo
en nuestro país a lo largo de sus 25 años de trayectoria. No obstante sus
visitas anteriores, era la primera vez que mis sentidos se darían el lujo de
disfrutar el directo de este par de monstruos. Lujo que gracias al Estéreo
Picnic, es una deuda saldada.
Me enamoré de una Chilanga Banda.
Así merito. Enamorado hasta los
tuétanos de esta leyenda mexicana. Estaba en mora de verlos en vivo. Mora que
los cafecitos me ayudaron a pagar con altos intereses. En la noche del domingo
siete de abril, segundo y último día del Estéreo Picnic, Café Tacvba nos dedicó
lo mejor de su repertorio; desde Chica Banda, hasta lo más reciente de su
“Objeto antes llamado disco”. Un paseo de lujo por uno de los cancioneros más
representativos del rock en castellano, que incluyó los temas más conocidos de
cada uno de sus trabajos de estudio, abriendo y cerrando la presentación con
canciones extraídas del mítico álbum Re, del que interpretaron grandes éxitos
como El Baile y el Salón, La Ingrata y Esa Noche. Destaco las intervenciones de
Rubén, el vocalista, al invocar lo femenino como fuerza necesaria para lograr
una sociedad más igualitaria, más horizontal. Así mismo, su reconocimiento a
los movimientos estudiantiles y el poder de la juventud para cambiar el mundo.
Antes de tocar “El Fin de la Infancia” nos invitó a enorgullecernos de nuestra
herencia indígena y, por último, antes de interpretar “De este lado del
camino”, pidió a todos los asistentes unirse en un abrazo fraternal, ponderando
lo necesario que resultan las muestras de afecto a través del contacto físico.
Nosotros, sus fans, tan pachucos, cholos y chundos como ellos, supimos también
demostrarles el cariño y agradecimiento que nos produjo recibir su música,
apreciando la generosidad y la honestidad con que la ofrecen, saltando,
coreando y vibrando como se merecen estos grandes manitos del rock.
Los Killers: Qué voltaje
Y entonces, quince minutos
después de las once de la noche, en el escenario del Estéreo Picnic cayó un
rayo. De qué otra manera podría describirse lo que fue la presentación de los
autores del álbum Battle and Born: The Killers. Una descarga eléctrica de hora
y cuarenta y cinco minutos, durante la cual retumbaron en los oídos de los
fieles seguidores éxitos indiscutibles como Mr. Bright side, Somebody told me
o Human, a la par de las canciones que componen su nueva placa y que desde ya
se proyectan como parte del repertorio de clásicos de la banda. Ningún tema se
quedó sin ser coreado. Sin ser registrado en cámaras y celulares. “¿Nos
extrañaron?” preguntó Brandon Flowers. Luego del unísono y estridente “sí” que
recibió por parte del público, él, en español, afirmó: “Nosotros también los
extrañamos mucho”. Una expresión que podría ser una frase aprendida para
repetir en cada escenario que pisan, pero que demostró su sinceridad, cuando el
mismo Flowers recordó que la primera vez que escuchó el lema de Bogotá, “2600
metros más cerca de las estrellas”, le llegó al corazón. Y bueno, para ese
momento la conexión público-banda había logrado su nivel más alto, que se
mantuvo hasta el cierre de la primera tanda con una inolvidable y sentida
interpretación de “All this things that i´ve done” y que increíblemente fue
superada por la euforia del último tema, “When you were young”, con sus
respectivas y sorpresivas pirotecnias que confirmaron el voltaje emocional del
directo de una de las mejores agrupaciones de rock de la actualidad. El rayo
que adorna el piano de Brandon aún cambia de color en las mentes de los privilegiados
que atestiguamos el mejor cierre de cualquier Estéreo Picnic celebrado hasta
ahora.
Souvenir
Lo demás pueden consultarlo en
otros medios que seguramente harán referencia al resto de la programación, a
las marcas patrocinadoras, al parche en la grama, a las pintas hipsters,
a los disfraces, lo que seguro ya habrá sido posteado hasta la saciedad en
cientos de perfiles en Facebook, Twitter e Instagram. Yo, a lo que fui a buscar
me remito. Saldar un par de deudas que tenía conmigo mismo. Un pagamento que
justifica el cansancio, el dolor en los pies y volver el lunes a la oficina con
apenas un par de horas de sueño. Souvenirs que nos regaló este picnic, un
festival que se perfila como uno de los más importantes de este lado del
continente americano y que definitivamente grabó su huella en la grama en la
que albergo los mejores recuerdos de los mejores conciertos a los que he
asistido.
jueves, 4 de abril de 2013
Un paso hacia la vida
Por: Juan de Dios Sánchez Jurado
Yo no quiero tener miedo de salir a
caminar. No quiero tener que fijarme todo el tiempo por donde camino. No quiero
andar con la zozobra de no saber si el siguiente paso que dé me hará volar por
los aires, en pedazos. Yo no quiero tenerle miedo a los pasos que doy. Yo
quiero aprender de mis pasos, llegar sano y salvo a los lugares a los que me
dirijo. Lamentablemente, en el país en el que vivo, el derecho a caminar
tranquilamente, el derecho a confiar en mis pasos, no es posible. En el país en
el que vivo reina el miedo a caminar. En el país en el que vivo la gente sale a
la calle entera y vuelve a casa mutilada. Como les pasó a 512 personas que en
el año 2010 dieron un nefasto paso en el que perdieron una pierna, un brazo,
los genitales. Todo porque vivimos en un país en el que no todos estamos a
favor de las personas. Un territorio en el que aparte de flores y café, también
se siembran minas antipersona. Minas quiebra-vida.
“En vez de minas, mininas”
Aterciopelados-Ataque
de risa

Según se reporta en www.revistagobierno.com, desde 1990
hasta febrero de 2011, 9.133 personas han sido víctimas de este flagelo, de las
cuales 870 son menores de edad, 3.408 civiles y 5.725 militares; en lo que va
corrido del año, 71 personas han perdido la mitad de sus pasos. Acaso la mitad
de sus vida. Una situación que me asusta, que me da rabia y me hace sentir
diminuto ante tanta fatalidad.
Vinimos a este mundo a dar un paseo, a
disfrutar de un fin de semana largo. Somos, de esta nave, pasajeros. Afirmar la
planta de nuestros pies en la tierra que nos vio nacer, sin miedo a la muerte,
es el mínimo de justicia que por simple humanidad nos corresponde. Hoy 4 de
abril se conmemora el día internacional
contra las minas antipersona. Nosotros, Colombia, después de Afganistán, somos
el país con mayor número de nuevas víctimas en el mundo. Otra tragedia en la
que, vergonzosa y dolorosamente ocupamos los primeros lugares. ¡No más minas! ¡No
más minas, carajo! Vale la pena repetirlo hoy y todos los días. Yo no sé lo que
es vivir en un país en paz. No lo saben mis padres y no lo supieron mis
abuelos. No merecemos acaso besar la
tierra que pisamos. La tierra es para hacerla germinar no para sembrar la
muerte. La tierra es para compartirla no para obligar a una persona a andar con
un solo zapato. Cuándo vamos a entenderlo.
En nombre de todas las víctimas, hoy
me remango el pantalón, y cuando digo víctimas me refiero sobre todo a las
9.133 personas que registran las estadísticas, pero también a todos los
colombianos, consciente de que las campanas doblan por todos y que el dolor de
una víctima es el dolor de una Nación. Me
remango para que quienes me vean cuenten con un símbolo que les recuerde esta
tragedia y que sea entonces también el rechazo a este flagelo, así como el
dolor, una labor activa de todos, un ¡No más minas antipersona! en la boca de
cada colombiano, para que en un pronto mañana andemos la tierra como es debido,
paso a paso, con tranquilidad, sin miedo, entendiendo y promoviendo la vida al
caminar.
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