“En vez de minas, mininas”
Aterciopelados-Ataque
de risa

Según se reporta en www.revistagobierno.com, desde 1990
hasta febrero de 2011, 9.133 personas han sido víctimas de este flagelo, de las
cuales 870 son menores de edad, 3.408 civiles y 5.725 militares; en lo que va
corrido del año, 71 personas han perdido la mitad de sus pasos. Acaso la mitad
de sus vida. Una situación que me asusta, que me da rabia y me hace sentir
diminuto ante tanta fatalidad.
Vinimos a este mundo a dar un paseo, a
disfrutar de un fin de semana largo. Somos, de esta nave, pasajeros. Afirmar la
planta de nuestros pies en la tierra que nos vio nacer, sin miedo a la muerte,
es el mínimo de justicia que por simple humanidad nos corresponde. Hoy 4 de
abril se conmemora el día internacional
contra las minas antipersona. Nosotros, Colombia, después de Afganistán, somos
el país con mayor número de nuevas víctimas en el mundo. Otra tragedia en la
que, vergonzosa y dolorosamente ocupamos los primeros lugares. ¡No más minas! ¡No
más minas, carajo! Vale la pena repetirlo hoy y todos los días. Yo no sé lo que
es vivir en un país en paz. No lo saben mis padres y no lo supieron mis
abuelos. No merecemos acaso besar la
tierra que pisamos. La tierra es para hacerla germinar no para sembrar la
muerte. La tierra es para compartirla no para obligar a una persona a andar con
un solo zapato. Cuándo vamos a entenderlo.
En nombre de todas las víctimas, hoy
me remango el pantalón, y cuando digo víctimas me refiero sobre todo a las
9.133 personas que registran las estadísticas, pero también a todos los
colombianos, consciente de que las campanas doblan por todos y que el dolor de
una víctima es el dolor de una Nación. Me
remango para que quienes me vean cuenten con un símbolo que les recuerde esta
tragedia y que sea entonces también el rechazo a este flagelo, así como el
dolor, una labor activa de todos, un ¡No más minas antipersona! en la boca de
cada colombiano, para que en un pronto mañana andemos la tierra como es debido,
paso a paso, con tranquilidad, sin miedo, entendiendo y promoviendo la vida al
caminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario