jueves, 11 de abril de 2013

PAGANDO DEUDAS EN EL ESTÉREO PICNIC


Por: Juan de Dios Sánchez Jurado

Uno puede ir al Estéreo Picnic por muchas razones. Por la atractiva oferta de música en vivo, por la experiencia de trasladarse a un inmenso jardín a “hacerse uno con el verde”, a disfrutar un par de días al aire libre dedicados al carnaval de consumo alrededor de la comida, la bebida, la moda, la tecnología y el merchandasing. Uno puede ir a Estéreo Picnic a ver qué andan regalando en los stands de las grandes marcas que suelen tener presencia en este tipo de convites o a fijarse en las propuestas que presentan pequeños e innovadores negociantes, que se dan su vitrinazo en este festival. Sin embargo, es la música el principal atractivo y en el caso de la versión 2013, el principal atractivo, al menos para mí, lo constituían The Killers y Café Tacvuba. Los Killers, como suele llamárseles  por estas tierras, la banda de Brandon Flowers, oriundos de Las Vegas Nevada, que visitaban el país por segunda vez; los Tacubos, estandartes del rock latinoamericano y responsables de grandes dosis de música interpretada en vivo en nuestro país a lo largo de sus 25 años de trayectoria. No obstante sus visitas anteriores, era la primera vez que mis sentidos se darían el lujo de disfrutar el directo de este par de monstruos. Lujo que gracias al Estéreo Picnic, es una deuda saldada.  

Me enamoré de una Chilanga Banda.

Así merito. Enamorado hasta los tuétanos de esta leyenda mexicana. Estaba en mora de verlos en vivo. Mora que los cafecitos me ayudaron a pagar con altos intereses. En la noche del domingo siete de abril, segundo y último día del Estéreo Picnic, Café Tacvba nos dedicó lo mejor de su repertorio; desde Chica Banda, hasta lo más reciente de su “Objeto antes llamado disco”. Un paseo de lujo por uno de los cancioneros más representativos del rock en castellano, que incluyó los temas más conocidos de cada uno de sus trabajos de estudio, abriendo y cerrando la presentación con canciones extraídas del mítico álbum Re, del que interpretaron grandes éxitos como El Baile y el Salón, La Ingrata y Esa Noche. Destaco las intervenciones de Rubén, el vocalista, al invocar lo femenino como fuerza necesaria para lograr una sociedad más igualitaria, más horizontal. Así mismo, su reconocimiento a los movimientos estudiantiles y el poder de la juventud para cambiar el mundo. Antes de tocar “El Fin de la Infancia” nos invitó a enorgullecernos de nuestra herencia indígena y, por último, antes de interpretar “De este lado del camino”, pidió a todos los asistentes unirse en un abrazo fraternal, ponderando lo necesario que resultan las muestras de afecto a través del contacto físico. Nosotros, sus fans, tan pachucos, cholos y chundos como ellos, supimos también demostrarles el cariño y agradecimiento que nos produjo recibir su música, apreciando la generosidad y la honestidad con que la ofrecen, saltando, coreando y vibrando como se merecen estos grandes manitos del rock.

Los Killers: Qué voltaje

Y entonces, quince minutos después de las once de la noche, en el escenario del Estéreo Picnic cayó un rayo. De qué otra manera podría describirse lo que fue la presentación de los autores del álbum Battle and Born: The Killers. Una descarga eléctrica de hora y cuarenta y cinco minutos, durante la cual retumbaron en los oídos de los fieles seguidores éxitos indiscutibles como Mr. Bright side, Somebody told me o Human, a la par de las canciones que componen su nueva placa y que desde ya se proyectan como parte del repertorio de clásicos de la banda. Ningún tema se quedó sin ser coreado. Sin ser registrado en cámaras y celulares. “¿Nos extrañaron?” preguntó Brandon Flowers. Luego del unísono y estridente “sí” que recibió por parte del público, él, en español, afirmó: “Nosotros también los extrañamos mucho”. Una expresión que podría ser una frase aprendida para repetir en cada escenario que pisan, pero que demostró su sinceridad, cuando el mismo Flowers recordó que la primera vez que escuchó el lema de Bogotá, “2600 metros más cerca de las estrellas”, le llegó al corazón. Y bueno, para ese momento la conexión público-banda había logrado su nivel más alto, que se mantuvo hasta el cierre de la primera tanda con una inolvidable y sentida interpretación de “All this things that i´ve done” y que increíblemente fue superada por la euforia del último tema, “When you were young”, con sus respectivas y sorpresivas pirotecnias que confirmaron el voltaje emocional del directo de una de las mejores agrupaciones de rock de la actualidad. El rayo que adorna el piano de Brandon aún cambia de color en las mentes de los privilegiados que atestiguamos el mejor cierre de cualquier Estéreo Picnic celebrado hasta ahora.

Souvenir   

Lo demás pueden consultarlo en otros medios que seguramente harán referencia al resto de la programación, a las marcas patrocinadoras, al parche en la grama, a las pintas hipsters, a los disfraces, lo que seguro ya habrá sido posteado hasta la saciedad en cientos de perfiles en Facebook, Twitter e Instagram. Yo, a lo que fui a buscar me remito. Saldar un par de deudas que tenía conmigo mismo. Un pagamento que justifica el cansancio, el dolor en los pies y volver el lunes a la oficina con apenas un par de horas de sueño. Souvenirs que nos regaló este picnic, un festival que se perfila como uno de los más importantes de este lado del continente americano y que definitivamente grabó su huella en la grama en la que albergo los mejores recuerdos de los mejores conciertos a los que he asistido. 

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